Hace un tiempo, me encontré con el término ‘mewing’ en las redes sociales y me llamó la atención. ¿Qué era eso y cómo funcionaba? Después de investigar un poco, descubrí que se trataba de una serie de ejercicios diseñados para mejorar la apariencia facial, definiendo la mandíbula, reduciendo la papada y alineando los dientes. Como alguien que siempre ha estado interesado en la salud y el bienestar, decidí probarlo por mí mismo y compartir mis experiencias con ustedes.
¿Qué es el ‘mewing’?
El ‘mewing’ es una técnica desarrollada por el ortodoncista británico Dr. John Mew, que se ha popularizado en los últimos años gracias a las redes sociales y a influencers que han compartido sus resultados. La premisa detrás del ‘mewing’ es que la forma en que colocamos nuestra lengua en la boca puede afectar la estructura facial a lo largo del tiempo. Según Dr. Mew, colocar la lengua en el paladar superior, justo detrás de los dientes frontales superiores, puede ayudar a mejorar la postura facial, definiendo la mandíbula, reduciendo la papada y alineando los dientes.
Al principio, puede resultar un poco incómodo mantener la lengua en esa posición todo el tiempo, pero con práctica y paciencia, se puede convertir en un hábito que puede traer beneficios a largo plazo. Además de la posición de la lengua, el ‘mewing’ también incluye una serie de ejercicios faciales diseñados para fortalecer los músculos de la mandíbula y del cuello, lo que puede ayudar a mejorar la apariencia facial en general.
¿Funciona el ‘mewing’?
Después de investigar sobre el ‘mewing’ y probar los ejercicios por mí mismo durante varias semanas, puedo decir que he notado algunos cambios en mi rostro. Si bien al principio me resultaba difícil mantener la lengua en la posición correcta, con el tiempo se volvió más natural y ahora lo hago de forma casi inconsciente. Además, los ejercicios faciales han ayudado a fortalecer los músculos de mi mandíbula y mi cuello, lo que ha contribuido a una apariencia más definida y tonificada en esa área.
Es importante tener en cuenta que los resultados pueden variar de persona a persona y que el ‘mewing’ no es una solución milagrosa. Es necesario ser constante y paciente para ver resultados significativos, y también es importante complementar los ejercicios con una buena higiene oral y una dieta equilibrada. En mi experiencia, el ‘mewing’ ha sido una herramienta útil para mejorar mi apariencia facial, pero es importante recordar que cada persona es única y los resultados pueden ser diferentes para cada uno.
Beneficios del ‘mewing’
Además de los beneficios estéticos, el ‘mewing’ también puede tener otros beneficios para la salud facial. Mantener la lengua en la posición correcta puede ayudar a mejorar la respiración nasal, ya que promueve una mejor postura de la lengua y la mandíbula, lo que a su vez puede reducir los ronquidos y mejorar la calidad del sueño. También se ha sugerido que el ‘mewing’ puede ayudar a prevenir problemas de mandíbula y de articulación temporomandibular (ATM), al promover una posición más adecuada de la mandíbula.
Otro beneficio del ‘mewing’ es que puede ayudar a mejorar la postura en general, ya que promueve una posición más erguida de la cabeza y del cuello. Esto puede tener beneficios a largo plazo para la salud de la columna vertebral y para prevenir dolores de espalda y de cuello. En resumen, el ‘mewing’ no solo puede tener beneficios estéticos, sino también beneficios para la salud facial y postural en general.
Consejos para practicar el ‘mewing’
Si estás interesado en probar el ‘mewing’, aquí te dejo algunos consejos para empezar:
1. Empieza por colocar la lengua en el paladar superior, justo detrás de los dientes frontales superiores, y trata de mantenerla en esa posición todo el tiempo.
2. Practica los ejercicios faciales recomendados por los expertos en ‘mewing’, como la masticación de chicle o la realización de movimientos de la mandíbula.
3. Sé constante y paciente. Los resultados del ‘mewing’ no se verán de la noche a la mañana, pero con práctica y dedicación, puedes notar cambios en tu apariencia facial con el tiempo.
4. Complementa los ejercicios de ‘mewing’ con una buena higiene oral y una dieta equilibrada, para obtener resultados óptimos.
5. Consulta con un especialista si tienes dudas o si experimentas molestias al practicar el ‘mewing’. Es importante asegurarse de estar realizando los ejercicios de forma correcta para evitar lesiones o problemas de salud.
En mi experiencia, el ‘mewing’ ha sido una técnica interesante y efectiva para mejorar mi apariencia facial y mi salud en general. Si estás buscando una forma natural y no invasiva de definir tu mandíbula, reducir la papada y alinear tus dientes, el ‘mewing’ puede ser una opción a considerar. Recuerda que cada persona es única y que los resultados pueden variar, pero con práctica y dedicación, puedes lograr los resultados que deseas. ¡Anímate a probar el ‘mewing’ y descubre sus beneficios por ti mismo!